A raíz del reclamo de tres usuarios que tenían inconvenientes con sus servicios de internet, televisión y telefonía, personal técnico realizó una revisión de una de las cajas Gpon ubicada en calle 47 al 3750 en Colonia Caroya.

En este gabinete hay equipamiento que distribuye todos los servicios que llegan a través del tendido de fibra óptica que posee la cooperativa.
La sorpresa fue que, cuando observaron de cerca, notaron que la caja estaba dañada: tenía un balazo. No se pudo determinar si se trata de una bala de arma de fuego de bajo calibre o un balín de aire comprimido.
Lo cierto es que, a raíz de este daño, la Cooperativa tuvo que realizar el recambio de parte de la conexión de fibra óptica y una ficha splitter, que es la que subdivide la señal que llega a través de los “pelos” del tendido óptico.
Este daño no sólo genera perjuicio para los asociados, sino un gasto extra de recursos para llevar a cabo las reparaciones.