La intendente Mariana Ispizua firmó con su par de Colonia Caroya, Gustavo Brandán, un convenio para facilitar el trabajo coordinado y complementario de ambas jurisdicciones en lo que hace al «control, fiscalización, ordenamiento y prevención» del tránsito en la vía pública.

El objetivo es trazar y aplicar protocolos de actuación comunes, programar operativos y evaluar resultados.
La actuación conjunta de los municipios en materia de tránsito es una necesidad que impone la disposición geográfica de ambas ciudades, con límites que se entrecruzan.

Sin coordinación sería mucho más difícil trabajar en puntos críticos como por ejemplo en los semáforos frente a la planta de Arcor (ingresos a los barrios Los Alamos y Sierras y Parques); en la rotonda de ruta 9 que comunica a ambos municipios; y a lo largo de la avenida 28 de julio y particularmente frente a la escuela Pío León, por citar sólo algunos casos.

El convenio tendrá vigencia por un año y es renovable automáticaqmente por períodos iguales y sucesivos.
Obviamente que la operativización de este convenio tendrá un primer desafío desde la próxima semana, con el inicio del Festival de Doma y Folklore, que atrae a decenas de miles de turistas hacia nuestra zona.

«Es un motivo de gran satisfacción poder firmar este acuerdo, que nos permite potenciar el trabajo en conjunto, ya que, pese a ser dos ciudades diferentes, conformamos una misma mancha urbana y nuestros vecinos interactúan también a diario. Ya quedaron bien atrás esas épocas de diferencias y roces entre las dos ciudades. Ahora prima el consenso y la coordinación en todas las áreas», destacó Ispizua.