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Historias: «Lo que el río no se llevó»

Teresa Bustamante, es una de las mujeres destacadas, que en la noche del viernes recibió una distinción por su labor social en el barrio «Las Vertientes» de Jesús María. Entrevistamos a la distinguida y esto nos contaba (nota).

Por: Leonela Tirabosque

Conseguí contactarme con ella a la tarde, para coordinar una entrevista. Una voz agradable y cálida me atendió del otro lado del teléfono. Esas voces que uno atesora en la memoria, porque nos hace acordar a nuestra madre, o a nuestras abuelas.
Esas voces que en su sonido van dejando pistas de que la entrevista sería con alegría y espontaneidad. Llegue a su casa a las 16:00 y me encontré con un jardín llenos de colores en tonos alegres y mandalas hermosos colgando en la galería.
De inmediato nos ponemos cómodas en su galería y nos disponemos a que nuestra conversación empiece su rumbo.

Teresa: Ante todo quiero agradecer a la institución tan importante que es nuestra municipalidad, que hayan puesto mi nombre en consideración, junto con mis vecinos para estar hoy dentro de las personas reconocidas. Creo que en este lugar puede estar cualquier muchacha de mi barrio.
Leonela: ¿Hace cuantos años vivís en este barrio?
Teresa: Hace veinte años que vivo acá, cuando yo llegué había muy poquitas cosas, era todo campo. «Mi mamá me decía nena te vas a ir ahí?. Había quirquinchos, luciérnagas, era todo monte. (Risas).
Leonela: ¿Te acordás cómo fue tu primer acercamiento para planificar actividades sociales junto con tus vecinos?
Teresa: Realmente hubo algo que nos marcó mucho a nosotros, que fue en el año 2015, con la creciente del 15 de Febrero; De pronto nos despertamos y vimos que el río se había llevado algunos terrenos de la zona del río. Yo viviendo cruzando la calle.
Entonces ahí surge la necesidad imperiosa de salir a golpear las puertas con los vecinos y decir; Algo tenemos que hacer. Era ir a golpear la puerta de la municipalidad para ver como hacíamos con todo esto. Y siempre entendí que juntos íbamos a poder hacer más cosas porque si te unís te escuchan más.
El tres de Marzo fue cuando pasó la creciente grande que fue devastadora para nosotros.
«Fue sentir que tocamos fondo, muy abajo con nuestros vecinos, muy triste el tema de ver que la creciente del río se llevaba, las casa de vecinos con los que habíamos tenido una relación muy amigable y cordial»
«Ese fue el momento que nos tomamos de la mano juntos, nos unimos fuertes, y salimos a golpear puertas»
Leonela: ¿Cómo fue ese proceso?
Teresa: Nos juntamos entre nosotros, y salimos a trabajar a tocar nuestros contactos, gente que nos ayude, pedir ayuda. Había muchos camiones que traían piedras para cercar a los costados del río.
Los silobolsas había que prepararlos y esta casa funcionó como un búnker. (risas); Porque era la única casa donde había agua, inclusive aquí se cocinaba a los camioneros que iban y venían con todo el trabajo del río.
«En estas situaciones donde ocurren las tragedias surgen los corazones»
«Surge lo bueno que es el ser humano y tiene la empatía de poder ponerse en el lugar del otro y poder darnos una mano».
Leonela: ¿Crees que la unión colectiva y la organización barrial acompañada por una gestión presente sirvió de apoyo?
Teresa: Sí. Logramos mejoras para el barrio, un barrio nuevo que carecía de muchas cosas, si bien es un barrio residencial, nosotros no tenemos pavimento. Pero logramos hace unos días atrás después de una intensa gestión del centro vecinal que nos inauguraran la red de gas natural.
Leonela:¿Qué sentiste cuando te enteraste que estabas entre las mujeres destacadas de los distintos barrios de la ciudad?
Teresa: La verdad fue que me emocione mucho cuando el señor que me trajo la invitación me dijo; Lea, lea porque es una invitación muy importante. Yo la leí y se me caían las lágrimas.
Me dio mucho orgullo.
(Abrazo entre las dos)
Teresa: «Yo he trabajado muchos años como docente y se que he hecho muchas cosas, juegos que les hacia a mis alumnos en el patio, muchas cosas por vocación.
Y hoy salir a la calle y que te digan chau seño. (Personas que tienen 40 años), Los ves enormes, altos, padres, y una piensa; «Pasó el tiempo y alguna huella hemos dejado en esos corazoncitos. Es muy gratificante. »
«Toda mi vida he trabajado aquí, en la comunidad de Jesús María, toda la vida. Trabajé en el colegio secundario del Sarmiento 34 años, empezé a mis 21 años. También estuve 34 años en la escuela Laprida, tantos alumnos han pasado por mis clases de Ed. Física.

Terminamos la nota, y le pido permiso para realizar algunas fotos. Ella me dice que no hay problema. No sabía que rincón del patio iba a fotografiar primero. Me sentí en un momento como en mi casa.

La misma casa que Teresa cuenta, fue la única de la cuadra que tenía agua en los días después de la crecida, esa casa que reflejaba su alma, en esa casa que fue como ella la llamó el búnker de las reuniones con los vecinos durante esos meses de angustia pero también de esperanza. Como ella nos contó, en las tragedias salen los buenos corazones.
Y como dice el título de la nota: «Lo que el río no se llevó»; fueron su compromiso social, sus colores, y la solidaridad y lucha entre los vecinos de Barrio «Las vertientes».

 


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