El Dr. Ariel Arnáez, quien lleva cinco años en la dirección del Hospital Romagosa, nos contaba que lo mas duro que le tocó enfrentar fue la pandemia por el COVID-19, tarea que llevaron con gran responsabilidad y dedicación.
Con motivo de celebrarse el centésimo aniversario del Hospital Regional Ernesto Romagosa de la localidad de Deán Funes, este lunes se realizó un acto conmemorativo donde participaron el ministro de Salud, Diego Cardozo; junto el intendente Municipal, Raúl Alberto Figueroa y demás autoridades provinciales.
Al respecto, el titular de la cartera sanitaria expresó: “Nuestro hospital hoy cumple 100 años, y eso tiene un significado, el significado de la presencia de la prestación sanitaria. Cien años prestando salud, albergando al más vulnerable, abriéndole la puerta a nuestra gente cuando más lo necesita, cien años brindando servicios. Creo que eso es lo trascendente y eso nos tiene que llenar de orgullo, que Deán Funes tiene un hospital que cumple cien años, nada más y nada menos. Imagínense la gente que pasó por acá en cien años”.
Durante el acto, se brindó un homenaje al personal de salud por su labor en la pandemia y se descubrieron placas conmemorativas alusivas al centenario. Además, se entregaron reconocimientos a los empleados de mayor antigüedad, y a los diferentes servicios del hospital.
“Sin lugar a dudas, nada se puede llevar adelante si no es con el equipo de salud. Es decir, podemos tener hospitales, podemos tener aparatología, podemos tener infraestructura, podemos tener todo tipo de elementos, pero los que realmente ponen en marcha el motor de la prestación sanitaria día a día son el equipo de salud”, manifestó Cardozo.
Además, agregó: “Durante el momento más crítico que le toco vivir en los últimos cien años a nuestra sociedad, ahí estuvo el equipo de salud, ahí estuvo todos los días, las 24 horas para extenderle la mano y brindarle el servicio que venía a pedir. Gracias al trabajo en conjunto, hemos logrado sacar adelante nuestra sociedad; sacar adelante no sólo la ciudad de Deán Funes sino toda el área de cobertura del norte cordobés. A nadie le faltó atención médica o una cama donde internarse y recibir el tratamiento dignamente como corresponde”.
“A todo nuestro equipo muchísimas gracias, es un orgullo formar parte de los 100 años de este hermoso hospital, sigamos trabajando juntos, apostando a la salud pública, sigamos generando la integración sanitaria y ampliando derechos”, finalizó el ministro.
En la jornada, también se plantó un ejemplar de Lapacho Rosado frente a la guardia del hospital, el «árbol del centenario» en representación al inicio de la vida y como homenaje a los 100 años del hospital.
Por su parte, Ariel Arnaez, director del Hospital enfatizó: “Nuestro hospital en su amplia historia se ha convertido en el principal centro de atención de salud del norte de Córdoba. Y esto nos enorgullece. Toda la trayectoria que ha llevado nuestro hospital en materia de salud nos hace redoblar esfuerzos para poder seguir mejorando día a día”.
Además, destacó: “El listado de mejoras que se han hecho en estos últimos 5 años en nuestro hospital es enorme y está todo a disposición de la salud de nuestros habitantes. Se pegó un salto de calidad importantísimo incorporando nuevas áreas, ampliando la superficie cubierta, incorporando equipamiento de última tecnología, incorporando e informatizando la historia clínica digital, mejorando nuestros quirófanos, nuestra sala de partos. Yo celebro eso y celebro la preocupación que permanentemente tienen en ayudar y asistir a nuestro norte cordobés”.
Del acto, también participaron la legisladora provincial Tania Khyhakevych; el director de Hospitales del Interior, Carlo Negro; el sub director de la institución, Marcos Piedrasanta; autoridades municipales; intendentes y jefes comunales de la región.
Hospital Regional Ernesto Romagosa
A principios del siglo XX, la ciudad de Deán Funes ya había dejado de ser un caserío improvisado alrededor de la estación de trenes. La población rondaba en los 6000 habitantes y la falta de infraestructuras como energía eléctrica, agua potable y salud eran más que evidentes.
La desnutrición predominaba y los insumos médicos eran casi inexistentes. Los problemas de salud en la población afectaban la productividad local, así como también la asistencia de los niños y niñas a la escuela.
Como primeras medidas de acción, las Comisiones de Fomento y las intendencias blanqueaban las viviendas utilizando cal apagada y controlaban la potabilidad del agua en los hogares, que se almacenaba en recipientes galvanizados.
Preocupados por la situación, el Intendente municipal de aquel entonces, Ángel Zeppa y el Diputado por el Departamento Ischilín, Eloy J. Illianes, ambos de partidos opositores, acordaron una reunión con el Gobernador, para hacerle notar la falta de un centro asistencial acorde al crecimiento de la población en Deán Funes y en la zona de influencia, que abarcaba todo el norte provincial.
Frente a esta iniciativa, Santiago Acosta y las Hermanas María y Margarita Zamora, fueron quienes cedieron sus lotes para ver crecer allí un hospital que estuviera a la altura de las circunstancias, y que fuera capaz de crecer y evolucionar.
