publicidad Gobierno
DESTACADAS 3

Un ejemplo Deportivo muy Pequeño.

Fingió una lesión para darle la oportunidad que juegue su compañerito que hasta el momento era arquero suplente del equipo de Colonia Caroya. 

Colonia Caroya se consagro campeón del campeonato que se disputa en Canal Doce de Córdoba Capital, ganándole al equipo de Espíritu Santo por 1 tanto contra 0.

Hay gestos que hablan por sí solos. Es por eso que el arquerito Uriel Cuitiño se consagró campeón antes de jugar la gran final. Porque lo que hizo ya lo glorificó para siempre como un gran amigo y compañero.

La historia fue así: este domingo se enfrentaron por la pantalla de El Doce los dos campeones que tuvo este año el tradicional torneo televisado de Fútbol Infantil. A la zona interior la ganó Colonia Caroya, ciudad a la cual representa Cuitiño. Mientras que por Córdoba capital en 2017 el campeón fue el colegio Espíritu Santo.

A pocos minutos de jugarse la gran final entre los dos campeones ocurrió lo impensado: mientras los jugadores realizaban las tareas precompetitivas el arquerito llamó al entrenador Mario Vicente y le dijo: “Sentí un tirón en la parte de atrás de la pierna. No voy a poder jugar el partido, creo que estoy desgarrado”.

Hasta ese momento, Cuitiño era uno de los pilares del equipo, que llegaba invicto y con pocos goles en contra a la definición del torneo. Incluso Uriel había sido la gran figura en la final para definir al campeón del interior ante Alta Gracia.

Sin tiempo que perder, el DT llamó a Joaquín Maccio para que “caliente bien”, ya que en lugar de ser suplente iba a tener que atajar en el partido más importante de la temporada.

Lo que se vio ayer por TV ya es historia conocida: Colonia Caroya ganó por 1 a 0 con gol de Nicolás Patat sobre el cierre del segundo tiempo.

Pero lo que pocos sabían es un episodio que emociona: “Yo en verdad no estaba lesionado. Pero como Joaquín no había atajado en la otra final y jugó poco en el torneo, yo quería que él pudiera jugarla. Por eso le dije al profe que estaba mal, pero en realidad estaba bien”.

El pequeño de 11 años luego contó más detalles: “Yo ya había jugado toda la final anterior. Y con Joaquín somos compañeros en el equipo, pero no amigos de vernos todos los días. Incluso no debe saber que yo no estaba lesionado, se va a enterar ahora”.

Cuitiño, que es hincha de Boca y simpatizante de Belgrano le explicó también a Mundo D en qué momento tomó la decisión de no jugar la final: “Cuando estaban haciendo el calentamiento me definí. Yo ya me sentía campeón cuando entramos a la cancha a ver el campo de juego. Yo sabía que íbamos a ganar igual, confiaba en mi equipo y en Maccio sobre todo”.

Admirador del alemán Manuel Neuer, el pequeño arquero se sumará el año próximo a las inferiores de San Martín de Colonia Caroya en la categoría 2006.

Ni siquiera sus padres sabían de la admirable decisión que había tomado. “Yo no entendía nada. ´¿Qué pasó?´, me preguntaba. Después en el entretiempo vino y me contó con un gesto que estaba bien”, sostuvo Hugo, papá de Uriel.

Por último, habló sobre el gran gesto que tuvo su hijo: “Él lo quiere mucho a su compañerito. Ellos al ser arqueros se entrenaban juntos. Por eso tomó esa decisión, eso dice mucho de él”.

Con esas palabras Hugo definió al pequeño Uriel. Un campeón, dentro y fuera de la cancha.

Fuente: MundoD


WhatsApp