«Primero, explique Usted o los científicos que lo acompañan en la Secretaría de Comercio, que la inflación no la causan los alimentos, menos aún quienes los producen de manera primaria. Después de eso, haga la siguiente cuenta con el Ministerio de Desarrollo Productivo (sin reírse por favor): a mayor producción, mayor stock; a mayor stock, mejoran los precios». «Lo que hacen y han hecho en los últimos años es hundirnos en la pobreza más triste e inexplicable. Pobreza en una de las tierras más ricas del mundo», Comienza diciendo la editorial de la #SRJM.

El afán de sostener un déficit esclavizador de votantes y el miedo a que crezca la producción genuina son banderas que, como la militancia ciega de estas épocas, sólo pueden ser entendidas por quienes pisamos nuestra parte del planeta.  

Si le contamos a cualquier ciudadano global, no nos puede creer sabiendo del potencial del pasado, presente y futuro que nuestro modelo productivo esté en aumentar restricciones, incrementar impuestos y cerrar mercados.  

Señor Presidente: otro tanto de personas del mundo le deben estar muy agradecidos por tener Usted un gobierno que en sus filas ejecutivas y legislativas, además de nadar contra la corriente, utilicen toda su capacidad actoral en defender una silla y un modelo que nos sigue llevando al abismo día tras día. 

Le dijimos que sostener y aumentar las retenciones le iba a dar menos ingreso de divisas y menos inversión y pasó. Le anticipamos que el cepo exportador a la carne le iba a traer menos stock y consecuente aumento de precios y sucedió. Le expresamos que el primer esfuerzo debía ser de nuestros representantes y se lo hicieron saber hasta sus propios seguidores de alianza. ¿Tiene alguna otra cosa que consultarnos? 

Mire otra cuestión: nosotros desde nuestras Entidades y tantas otras de los sectores productivos del país les hemos llevado centenares de proyectos. En tanto Usted y sus funcionarios prefieren reunirse con los grupos concentrados, de los que tanto se llenan la boca en denostar sus secuaces y los de ella (!); pero en la realidad son los que invita a Casa Rosada y con los cuales acuerda a espaldas de quienes arriesgan su capital trabajando y dando empleo en el día a día.  

Le contamos, por si no se los hacen llegar o por si no se los dejan leer (!), que en todas esas propuestas el objetivo es elevar la capacidad productiva de todos los productos con los que sus ministros y secretarios asustan a la población y se empecinan, cada vez con menos seguidores, en hacerle creer a nuestros compatriotas en que es pecado mortal exportar.  

Primero explique Usted o los científicos que lo acompañan en la Secretaría de Comercio que emite comunicados y acciones válidas por tres días, que la inflación no la causan los alimentos, menos aún quienes los producen de manera primaria. Después de eso, haga una cuenta con el Ministerio de Desarrollo Productivo (sin reírse por favor) que: a mayor producción, mayor stock; a mayor stock, mejoran los precios.  

Los argentinos nos tenemos que dar cuenta de una vez y para siempre que el dinero puesto por años en dádivas, en corrupción, en la campaña permanente y en el sostenimiento de sus beneficios en el poder debían haber ido a donde realmente derrama con proyección. Inversiones y créditos para brindar más empleo y mejorar las condiciones de vida a corto y mediano plazo, pero a largo también. Nada de eso sucedió y con las noticias actuales creemos que suceda.  

Por eso, le sugerimos en el último suspiro y aprovechando el flamante y brillante equipo de cancillería, que le pida a Biden el muro de Trump. Tal vez cerrarnos al mundo definitivamente sea lo que realmente le hace falta para los próximos años.

Lo que hacen y han hecho en los últimos años es hundirnos en la pobreza más triste e inexplicable. Pobreza en una de las tierras más ricas del mundo.